Cuatro Amigos

El que no ha superado aún lo de su ex, el pervertido ahora casado y con hijos, el que se tira a todo lo que tiene pulso y el calvo que no se come una. Estos son los protagonistas de la novela que estoy releyendo: Cuatro Amigos, de David Trueba. Relato agridulce del final de una época, de una edad.

Hace ya mas de 4 años me la recomendó un buen amigo que ya no está. Me dijo que era la hostia, que te partías de risa, pero que también era fiel reflejo de lo que a todos nos acaba pasando... se nos acaba la juventud, y tratamos de convencernos de que no es así.

Parece que todos llegamos a este punto: nos hacemos mayores, van pasando los años, empezamos a salir por garitos donde la media de edad empieza a estar por debajo de la nuestra, y nos resistimos a darnos cuenta de que esto se acaba. Esos últimos estertores de juventud o adolescencia a veces son los mas alocados, donde se llega a hacer lo que no se ha hecho anteriormente. Uno se ve asaltado por una cifra en su edad que hace poco consideraba lejana, pero el tiempo pasa inexorablemente (me encanta esta palabra).

Hay gente que conserva un espíritu jóven y sigue haciendo lo mismo hasta que se jubila sin atisbo de falta de encuadre. Otros, se arrastran patéticamente por discotecas llenas de teens o siguen subidos en su monopatín con 40 años. Hay que adaptarse, hay que evolucionar, y yo, hacia donde evolucionaré? Chi lo sá, solo espero hacerlo con dignidad.