Un millón de fuegos ardían en las calles, y unos seres furtivos enviaban desde las azoteas pájaros manchados de barro hacia el cielo abierto, mientras tambores ocultos batían con un ritmo acompasado.
Sabía que aquellos fuegos anunciaban cosas monstruosas, y que aquellas aves del espacio habían estado en el Exterior... Adivinaba hacia qué criptas de oscuros planetas habían volado, y lo que traían de Thog bajo las alas.
Los otros reían... hasta que se quedaron repentinamente mudos al vislumbrar lo que llevaba uno de los pájaros en su pico maldito.
PD: Hoy os dejo este relato, estremecedor quizá. Puede llegar a parecer extrañamente actual, pese a tener mas de 80 años.
1 comentario:
Por mi cumpleaños del año pasado me regalaron el tomo I de las obras completas de Lovecraft... y me encantan.
son increíbles las atmosferas que crea.
Publicar un comentario