La enésima reunión familiar de estas fechas tan señanaladas (lo siento, tenia que decirlo) está a punto de producirse... miles de niños se quedarán dormidos, unos por voluntad propia con la idea de "que pase cuanto antes esta lenta agonía de espera" y otros vencidos por el tedio y el sueño de la larga espera; agazapados en su cama, esperando ver una sombra dejando paquetes y sorprender a estos obsequiantes para cercionarse de que son reales.
Para los mayores, los que "ya lo sabemos", esta noche ha supuesto en mas de una ocasión un montón de quebraderos de cabeza... que coño le regalo a la tia Enriqueta? y al abuelo Ramón? y luego la búsqueda por los centros comerciales... cada año se hace mas difícil y pesado; cada año es mas aburrido.
Pero mañana por la mañana todo eso habrá merecido la pena, a todos se nos pondrá la cara de gilipollas viendo a nuestros sobrinos, hijos y demás niños que puedan haber en la familia alucinar con lo que ha pasado en su casa... dejaron un plato con habas, leche o lo que quiera que se deje en cada casa, y se lo han cambiado por un monton de juguetes por lo bien que se portaron durante el año. Bueno, un montón de juguetes y algo inevitable: un par de calcetines y/o calzoncillos... desde aquí hago un llamamiento a aquella gente que regala calzoncillos o calcetines a los niños: Por favor, no lo hagan!!!! es lamentable.
A lo que iba, valdrá la pena ver esas caras, porque todos hemos sido niños y en el fondo, todos querriamos seguir tan engañados como ellos, aunque solo sea para no mirar el lunes nuestra cuenta bancaria y hecharnos a llorar por las esquinas.
Feliz noche de reyes.
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